La campana de la Carrodilla
En ixa ventaneta d'alto de to estaba avans la campana. Aún están marcaus los "anclajes" en las dos parés de los laus. |
En esta foto de toz los edificios per la parte d'atrás se pue ve la ventana don estaba la campana y la espadaña que s'ha feito nueva encima de la iglesia |
Debaixo del güeco de la ventana de la campana, ñai ixa otra ventana bllanca redonda, qu'é d'un material que dixa pasa la luz y ilumina el coro de dentro la iglesia. |
Ñabeba una campana, que pa sé d'una'rmita, era muy gran. Estaba colgada en una ventana del piso que ñai justo encima del porche de la puerta la Iglesia , en la paré que da enta la cisterna. Entonces no’n ñabeba pas d’espadaña.
En ixos tiempos, ñabeba un zagal (güeno, ya'staba en ixa edá que se dixa de se zagal y se fa uno mozo. Un chovenastro, pues), que cada día subiba a paixentá el vacivo per las sierras. Unas veces cerraba en unos corrals y otras en otro. Casi todas las anochecidas, después de cerrá y si no le quedaba demasiau fuera mano; subiba hasta la Carrodilla (alguna noche cerraba el ganau allí mismo), y baldiaba la campana un raté. Mira, caprichos que no costán dinés y le feban sentí vida en un llugá que s’habeba quedau muy solo. La puerta de subí al piso don estaba la campana siempre estaba abierta, como las de muchas de las dependencias que quedaban en peu. Las de la Iglesia y la Casa los Amos no, qu'estaban cerradas.
Una d’ixas veces ya s’estaba fen oscuro, aún más al entrá en el edificio. Empeza a subí las escaleras y cuan llegaba a la metá, siente que baixaba a to corré un misache. Se pega a la paré pa que no l’atropellase. El otro pasa per debán escapán como una fuina. Ninguno de los dos van di esta boca é mía.
Esta campaneta se tocaba pa avisá qu'el cura iba a salí de la sacristía pa di la misa. ¿A que más de cuatro no tos habebaz figau qu'estaba? |
Al día siguiente, antes de soltá el vacivo, va subí hasta la Carrodilla a ve si se veyeba algún rastro d'aquel fulano. No va ve pas nada. To estaba igual que siempre.
Aquel pastó, nunca va tení ni idea quí habeba siu semejante misache, ni qué podeba fe a’quellas horas per allí.
Francho Chardiz
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