Antes de que fesen el canal que rega los Pllanos y las Cremadas, los Camedianos y las Nogueras, eran fincas que si el año acompañaba y lloveba cuan tocaba, aun se sacaba pa i tirán. Tamé del pueblo ent’abaixo ñabeba prous viñas de don saliba güen vino.
La caseta de la sierra Alfaro y al fondo el Solano |
Se treballaban toz los rincóns en don ñabese un poqué de tierra. A veces se feba una paré de piedras pa tení un faixetón, en don, a lo milló, solo ñabeba una olivera y con el terreno tan chicó, que casi no podeba removese una chunta burros pa llabrala.
Las artiguetas abundaban per toz los laus. Podé cultivá estos sitios, habeba siu a base de siglos de faena dura y que generación tras generación lo conservasen y cuidasen pa sacá lo justé y podé i tirán.
Como lo que daba más eran las sierras, tamé era normal que se arreglasen las cosas pa está lo milló posible. En la d’Alfaro, ñabeba una caseta prou gran, con cocina, comedó, dos cuartos pa dormí (uno muy gran). Tamé cuadras y sitios pa guardá los trastes de treballá y los aparejos de los bajes. Ñabeba era pa trillá y pallero. Corral pa’l ganau y arnero de don se sacaba miel. ¡Pero ojo, no era pas nada del otro mundo!. Seguiba sen una caseta de monte. Per las sierras ñabeba muchas así.
El sitio serviba pa viví-ye si era menester. En la guerra van está aquí varias familias cuan va pasá el frente per Estadilla. Tamé según contan, cuan yo era muy chicó va está malo y va pasá tres meses con una tía que me cuidaba. Teniban gallinas y palomos sueltos p’el día y se cerraban per la noche pa que no se las comesen la rabosa. Cada día subiba alguno desd'el pueblo pa traé suministros y ve que feban. Tamé treballá en la finca.
Güeno, después de to esto qu'he contau, ya he llegau a don queraba i a pará:
Estaba casi al cabo de to d'un regalé don ñabeba faixetas qu'estaban prou arregladetas con oliveras que se feban grans per to’l medio d'ixe regal, perque ñabeba más suelo. Se cargaban de cadillo pa Mayo. Eran más escarransidas en los laus don la piedra estaba cerca.
Cuan ibas a llená el sillón y te ibas acercán a la fuente, antes de llegá, ya sentibas aquella musiqueta del chorro del aigua caén a una baseta que se feba debaixo. La vena principal saliba per una boja que estaba como a medio metro del suelo. El aigua se recogeba en una basa que quedaba a’lau. Cuan lloveba mucho, manantiaba per to’lrededó.
Vista de toz los alrededos de la fuente y lo asilvestraus qu'están. Si tos fijaz la boja está asti, casi en el medio de la foto. ¡Que diferencia con la época d'esta historia.....! |
Cardelina
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Era una fuente prou constante. Solo dixaba de maná cuan veniban años muy secos. Tanta confianza se le teniba, que se va fe un güerto casi abaixo de to del regal y se va canalizá el aigua desde la fuente a una poza pa podé regalo.
Me contaban, que pa fe baixá el aigua se van usá unos tubos de bardo cociu, que feba un alfarero de Secastilla y los van i a buscá allí con una galera y un tiro mulas. Estos tubos s'empalmaban unos con otros en una ceclleta y después s'enterraban de forma muy somera. Cada ocho u diez metros se feba un forau encima del tubo pa podé desbozalo si se taponaba con piedretas, barrillo u musgo. Este forau se tapaba con un trapo, una tella y una piedra encima, pa que las güellas al pasá no lo movesen.
La poza pa regá estaba muy ben feita. El suelo era de ladrillos y las parés de cemento. Teniba como metro y medio de profundidá. A’lau ñabeba una basa p’abrevá el ganau. El aigua que baixaba de la fuente se podeba fe i a la basa u a la poza seguntes se necesitase.
Aqui deban está la poza que serviba pa regá el güerto y que tamé mos serviba pa bañamos. Detrás, en don ahora están ixas almendreras secallosas, estaba el güerto. |
Una vez estaban pollinián dentro del aigua toz menos uno. En ixo que sentín que mos roza algo per los peus:
—Una culebra, una culebra—Gritán.
Salín escopetiaus, con más miedo qu’alma.
—Si no fan nada las culebras d’aigua—Se mon ríe el que estaba afuera
—Meteté tu, valiente—Le din.
—Perque estoy seco y no me quiero muixá, que sino…..—Dice.
Total, que ni él ni nusatros mos van torná a meté y a más, ixa va sé la última vez que van subí a la sierra a bañamos.
La fuente Chardiz sigue manán. El día que van fe la foto llevaba chelán muchas noches y el chelo teniba más de cuatro dedos de gordo. |
—Paquito—el de Alfaro—cuantas veces van hablá de la fuente…. Como mos entusiasmaban. Tu siempre tan optimista con las cosas que se podeban fe….Yo, metente problemas a tus proyectos….
—Hoy, Paquito, tu t’en has iu y la fuente Rosalía se mos ha apagau….. los dos, pa siempre.
Francho Chardiz
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