Coroneta

Coroneta
Una coroneta cortada per la mitá
COMO VEYÉ LOS ESCRITOS
Punchaz en los títulos que ñai debaixo de don mete "ETIQUETAS", en el lau drecho. Gracias
P'ampliá cualquier foto del blog, punchaz encima.

lunes, 31 de octubre de 2016

El camino la Sierra p’el Barranco Chardiz




Dentro de los recuerdos que tiengo de cuan era crío, ñai uno en don se suceden dos sentimientos muy propios d’ixa edá: Primero el miedo y de seguida la fantasía.
To lo voy a contá.
La Sierra  era una de las fincas que ñabeba en casa. Estaba p’el camino Mentirosa. Pa llegaye, se teniba que pasá p’el Barranco Chardiz. En to’ste trozo era don apareceba el miedo, el primero de los sentimientos.
Una vez rebasau el Terrero, se entraba en esta zona en que el camino iba serpentean a media altura, entre los picachos de las cumbres y all’abaixo, el fondo del barranco. Era un trozo prou pllano, menos al final que ñabeba una baixada curta con mucho desnivel. Desde que se comenzaba, después del Terrero, hasta esta baixada qu’era el final del paso p’el barranco, ñabría casi medio kilómetro. To’l trozo era muy estrecho. Solo se podeban cruzá dos carros en un par de sitios u tres.
A los críos, se mos acostumbraba a monta en los carros pa i a cualquier monte.

Pero ah te gibo!! Cuan iban a la sierra, al llegá  a’sta zona solo quereban que mos desmontasen pa seguí a peu. ¡Normal! mirán allá abaixo, con lo estreché qu’era el camino y pensán que se podeban espantá los bajes con cualquier cosa... ¡Uy que tremolique!. Los grans quereban tranquilizate din que no pasaba nada. Qu’el baje de varas era muy manso, qu’ellos estaban allí, que si ocho que si ochenta... si, si; pero yo to’l tiempo con el culo preto hast’acabá de pasalo!!
Una vez rebasau por fin el barranco,  siempre me apareceba el otro sentimiento, la fantasía. Lo más importante!… te liberabas del miedo. A la tuya espalda quedaba el barranco con “sus tenebrosos presagios”. A la drecha una enorme mole de piedra cortada a pico. A la izquierda la Cova Alonsé, y per debán, después de subí un repechón, las faixas de la Sierr’Alfaro; en don ben, ben, podeban encontramos a una banda perdices picotián, o unos conejos paixentan, o unos trucazos volan con el clásico chuflido que fan al cortá el aire. ¿y per qué no? Una rabosa fuín. Y ya como colofón de este sueño (perque sueño é), el canto de una cardelina que habeba veníu a bebé a la fuente Rosalía.

                                                                                  Francho Chardiz

2 comentarios:

  1. Mis 2 webs (sin publicidad) pueden interesarle a usted y a sus compañeros de rutas: yofrenoelcambioclimatico.blogspot.com (MENOS es MEJOR) y http://plantararboles.blogspot.com, un manual para reforestar, casi sobre la marcha, sembrando las semillas que producen los árboles autóctonos en la misma comarca de su recolección. Salud, José Luis Sáez Sáez

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Amigo José Luis, gracias por "detenerte" a observar mi blog. He entrado en los dos tuyos y les he dado un vistazo. Con tiempo iré visitándolos. Animo y que no decaiga tu espíritu !! Un saludo. Francho Chardiz

      Eliminar